
Al fin ha llegado. Los quince días desde Spa ya han pasado, por suerte para todos los aficionados a la Fórmula 1. Vuelve la lucha por el Mundial. Como él mismo dijo, es la primera de las tres finales que le quedan a Alonso para conseguir su objetivo de ganar el tercer título consecutivo. Sólo dos puntos le separan del líder, Lewis Hamilton, y el español quiere salir del circuito de Fuji en lo más alto de la clasificación. En Japón empieza la última recta en la lucha por el campeonato del mundo. ¿Se lo van a perder?
El aperitivo al Gran Premio de Japón han sido las pruebas de las escuderías en el circuito de Jerez. En ellas McLaren, con Pedro de la Rosa al frente, ha dominado los tiempos por delante de Ferrari y BMW.Parece que las 'flechas plateadas' llegan bien a Fuji después de las últimas evoluciones en el MP4-22. Más les vale que así sea, porque en Bélgica se pudo comprobar lo fuertes que estaban los Ferrari.Los de Maranello, con el mundial de constructores ya en el bolsillo, han puesto sus últimas esperanzas para estas tres carreras en Kimi Raikkonen.
Tras el tropiezo de Massa en Monza y la victoria en Spa del finlandés sobre el brasileño, en Ferrari son conscientes de que 'Iceman' es el único que puede a estas alturas (aunque tampoco lo tendrá fácil) intentar luchar por el campeonato de pilotos. Por eso, no parece descabellado pensar que en Japón se lo jueguen todo a una sóla carta.En McLaren la historia es otra. La escudería de Woking ha pasado todo el mundial envuelta en dos luchas: la interna, con ese triángulo, para nada equilátero, que han formado Dennis, Hamilton y Alonso (en el cual Fernando ha tenido que remar contra corriente durante toda la temporada), y la externa, que realmente ha sido la que ha emocionado al personal, mantenida por ambos pilotos en la pista.
Durante toda la temporada, Alonso ha tenido que soportar la presión de ver cómo Hamilton, en su año de debut en la Fórmula 1, le ponía las cosas mucho más difíciles de lo esperado. El inglés ha demostrado con creces que está hecho para este deporte. Y es que no ha habido un debutante que haya conseguido lo que ha conseguido él: Subir once veces al podio (tres de ellas al primer cajón) y ser, a falta de tres carreras, el candidato más firme a llevarse el mundial.Pero parece que ahora la situación se ha invertido. El que siente la presión es el propio Hamilton, que ha visto como un Fernando Alonso enrabietado por la imagen que desde Inglaterra y Alemania se ha intentado dar de él durante todo el mundial (y más a raíz del escándalo del espionaje) ha recortado poco a poco la distancia que les separaba, dejándola a sólo dos puntos, con verdaderas lecciones de pilotaje (véase Turquía, Italia o Bélgica).Así pues, la pelota está ahora en el tejado de Lewis. Para hacerse con su primer título, deberá demostrar que de verdad es el mejor novato de la historia de la Fórmula 1. Es en éstas situaciones donde se diferencia a los buenos pilotos de los genios. Alonso vivió situaciones similares las dos últimas temporadas. El resultado fueron dos mundiales consecutivos. Y ahora sólo tiene una cosa metida en la cabeza: Ganar el tercero.
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