martes, 2 de octubre de 2007

Alonso buscará la victoria y el milagro en el Gran Premio de China



No le queda otra. Después del desafortunado Gran Premio de Japón, Fernando Alonso debe afrontar las dos pruebas que faltan como si le fuera la vida en ello. Con los 12 puntos que le metió Hamilton en Fuji, el campeonato se ha puesto muy cuesta arriba para el español. Fernando no tiene más remedio que ganar y esperar que se produzca el milagro. Lewis, por su parte, sólo debe hacer una cosa para conquistar su primer mundial: Seguir corriendo tan bien como hasta ahora.
La carrera en el circuito de Fuji quizá haya sido la peor de Alonso en lluvia, no por su pilotaje, que fue bueno (como suele ser en condiciones adversas) hasta que Vettel se llevó la parte derecha de su McLaren. A partir de ahí sus tiempos empeoraron hasta que pasó lo que no tenía que pasar. No abandonaba una carrera desde Monza 2006. Las adversidades por las que ha pasado este año le hicieron más fuerte, le han hecho más fuerte. Pero todas sus esperanzas se desvanecieron en la vuelta 41.El desastre de Alonso deja a Hamilton acariciando el título con la punta de los dedos. Ahora está más cerca que nunca de convertirse en mejor debutante de la historia de la Fórmula 1 (si no lo es ya). El inglés realizó una carrera seria en Japón, en la línea de siempre. Demostró que también es bueno en lluvia, y lidera la clasificación por méritos propios (también por tener el mejor coche de la parrilla en su año de debut y por aprovechar, en cierta manera, los conocimientos de su compañero en la puesta a punto, todo sea dicho).

Ahora, sólo tiene que nadar y guardar la ropa en China (puede proclamarse campeón allí) y en Brasil. Quizá los únicos 'peros' que se le pueden achacar sean sus declaraciones, la mayoría poco afortunadas, después de destaparse todo el escándalo de espionaje y algunas maniobras poco normales en pista (sus giros bruscos en las salidas y sin ir más lejos, sus frenazos tras el Safety Car en Fuji, por lo que fue investigado tras la carrera). Por lo demás, la primera temporada de Lewis Hamilton en la Fórmula 1 ha sido sencillamente impecable. El título de pilotos sólo sería la guinda de una jugosa tarta.
Y quizá Alonso ganó este Mundial 2007 hace ya tiempo. Su manera de luchar contra todo lo que se le ha puesto por delante (el plafón sospechoso sobre su coche, neumáticos gastados, decisiones de equipo inesperadas, sanciones más que dudosas (véase Hungría), Ron Dennis, los ataques indiscriminados y sin fundamento de la prensa inglesa y alemana, de algunos ex pilotos que quizá temen que les haga sombra, y un largo etcétera) ha sido espartana. Ha resistido como un jabato, hablando donde tenía que hablar: En la pista. Nada, excepto la mala suerte y un gran Hamilton, ha podido apartarle de la lucha por el sueño de conseguir su tercer mundial consecutivo.Sueño que todavía no se ha desvanecido. Es verdaderamente complicado, pero aún quedan dos carreras. La primera de ellas será el próximo domingo en un circuito que le gusta: Shangai.
Posiblemente el mejor circuito del mundo
Al menos, de eso presumen en China. El Circuito Internacional de Shangai ya es un clásico, tanto en el mundial de Fórmula 1 como en los de Motociclismo. Con una extensión total de 5,5 kilómetros, dicen que tiene el primer viraje más brutal de todo el campeonato. Según los pilotos, es la curva imposible.
El bagaje de Alonso en el Gran Premio de China no está nada mal: Cuarto puesto en 2004, victoria en 2005 y segundo puesto en 2006. Aunque el circuito de Shangai es claramente un 'trazado Ferrari', aunque este año las 'flechas rojas' llegan sin posibilidades de luchar por el campeonato.Así pues, Shangai será la primera 'bola de partido' que tendrá que salvar Fernando Alonso. Sin duda, merecerá la pena madrugar de nuevo.

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